Se debe administrar justicia con apego a la legalidad, garantizando procesos imparciales, eficientes y transparentes. Los tribunales no sólo aplican la ley, sino que deben interpretar y resolver conflictos con sensibilidad y responsabilidad. Mi visión es una justicia cercana, accesible y humana, donde cada decisión contribuya a la paz social y al respeto de los derechos.

La impartición de justicia debe garantizar la paz social y el respeto a los derechos humanos, fortaleciendo la confianza ciudadana en el sistema legal. Para lograrlo, es fundamental que los procesos sean accesibles, imparciales y eficientes. La justicia no es solo aplicar la ley, sino comprender la realidad de las personas y resolver con sensibilidad y equidad. Un sistema justo no solo debe ser firme, sino también humano y cercano a quienes más lo necesitan.